martes, 16 de enero de 2018

Nieve en Poznan

¡Buenas noches!

Hoy nos acompaña la nieve en Poznan y en Lúbon, fenómeno frecuente en los meses de invierno. Desde que me desperté ha estado nevando prácticamente todo el día y ahora sigue haciéndolo. Por suerte, aunque está siendo, por cuestiones de peso, un petardo para los viajes en avión, he venido muy bien pertrechado para el frío y las buenas ráfagas de “biruji” que hace aquí, que tanto intensifican la sensación corporal de frío.

El paraguas, a su bola

Una de las maravillas que me traje de España fue un paraguas automático y plegable pero de considerable peso, con entidad suficiente, pensaba yo, para aguantar “carros y carretas”.

Pues bien, esta mañana, mientras esperaba en Lúbon al autobús, además de nevar hacía de vez en cuando un viento potente. Y de pronto -de veras que es como lo cuento- el paraguas aprovechó una ráfaga de aire vertical y se elevó varios metros, para después avanzar volando unos 20 metros más, siempre en la misma dirección.

Entré en pánico porque, a medida que el paraguas avanzaba volando, se acercaba a un grupo de árboles y temí que pudiera quedarse enredado entre las ramas. Finalmente, el paraguas acabó su periplo con otra ráfaga de viento en vertical pero, en esta ocasión, hacia abajo. Y con el pedazo de golpe que dio en el suelo se rompieron unas cuantas varillas y ya ha quedado para desecho.

 De todos modos, como nevaba bastante y carecía de techo, usė el paraguas con ambas manos para cubrirme hasta que, por fin, llegó el autobús. Cuando he llegado hoy al hotel no me apetecía salir después a comprar uno nuevo, así que a ver si mañana lo hago. Si sigue nevando, que es lo más probable, me llevaré esta chapuza de paraguas y usaré ambas manos para cubrirme. Imagino que quien me vea alucinará en colores.

La jornada

Las clases han estado muy bien y hoy he tenido un horario menos cargado que otros días, así que he podido irme a mediodía en vez de por la tarde. He impartido una clase de español y varias de geografía y cultura españolas en inglés. En general, los chavales están atentos y yo, por mi parte, me esfuerzo por adaptarme a sus respectivos niveles de inglés y a teatralizar de vez en cuando para llamar la atención, además de preguntarles para que permanezcan “en alerta”.

Vuelta al trabajo tras un día en el hospital

Por lo demás, los profesores han sido muy cariñosos conmigo y muchos me han preguntado -otros lo sabían pero me consta que han preferido no hacerlo, probablemente para no agobiarme- por mi estancia ayer durante buena parte del día (de 7,30 a 15,30 hs.) en el hospital, donde me estuvieron haciendo numerosas pruebas médicas para diagnosticar mi estado de salud; más pruebas médicas, sin duda alguna, de las que me han hecho en toda mi vida.

La verdad es que fui en taxi al hospital con la idea de que me recetaran unas medicinas para aliviar el dolor e ir al instituto después de comprarlas pero, cuando me vio un médico, me dijeron que me tumbara y, a partir de ahí, empezó mi alucine total.

Como solo algunos hablaban inglés y su nivel, en general, no era demasiado bueno, había veces que no me enteraba de nada y obedecía según me cogían de donde fuera. Otras veces me vi rodeado de médicos, enfermeras y alumnos de medicina en prácticas, de vez en cuando tocándome las piernas, los pies, los brazos o lo que fuera y hablando en polaco imagino que sobre mí, pues no creo que estuvieran contándose el argumento de ninguna película.

Finalmente, al cabo de numerosas pruebas, algunas repetidas, y de tener los resultados del corazón, el pulso, la temperatura corporal, rayos X, análisis de sangre y de orina y no sé cuántas cosas más, me diferon que podía hacer lo que yo les había pedido -seguir con las clases- tomándome una serie de medicinas que me recetaron. Me puse muy contento porque a primeras horas de la mañana me habían dicho que, probablemente, tendría que permanecer varios días internado en el hospital. Ya os podéis imaginar mi absoluto alucine. Me indicaron, eso sí, que me hiciera una revisión más general en España para averiguar la causa de esta dolencia. Todo el personal del hospital fue siempre muy amable conmigo y, por supuesto, me dieron los informes médicos correspondientes.

Bueno, os vuelvo a dejar el enlace con fotos nuevas. Magdalena, la profesora de quién os he hablado que contactó conmigo, me ha facilitado un enlace a nuevas fotos pero, la verdad, he tratado de añadirlas al álbum y aún no lo he conseguido.

En las nuevas fotos veréis Poznan y Lúbon nevados, así como el instituto, con una persona usando un quitanieves manual para despejar el camino de entrada al centro. También tenéis fotos de la sala de profesores, de las clases y una imagen, que me han dado a conocer hoy, en la que aparece un letrero en la televisión del centro dándome la bienvenida.

Bueno, disfrutad de las fotos y a descansar

Un fuerte abrazo,
Juampe

https://photos.google.com/share/AF1QipNiGRmaQHFEyFaxfuSOb8VwHdOjUR6AQPAk0iRCXdgDWyDqNvj2R7xHmd9nPnWFHg?key=S1NRQUMwU3FaQ2c3NkV3LXZBRUhreElxbWFTX3hR



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